Son para cocinar, para pensar en ingeniosas ideas para amigos invisibles, para tener cenas, y más cenas. Muchas comidas o más bien comilonas de esas que cuando acabas deseas teletransportarte a tu cama y echar una buena siesta. Comparar regalos, o hacerlos. Pero primero hay que pensarlos. Correr arriba y abajo recorriendo superficies comerciales buscando aquel regalo que ya has pensado, y cuando crees que lo tienes resulta que no existe o esta acabado. Ir a última hora a por el regalo que te pensabas que era tan sencillo de encontrar... Conciertos de navidad, copas, uvas, fiestas, y ¿He dicho cenas?
En resumen, de todo menos descansar.
Os dejo con una canción, no es navideña, pero me enseña a relativizar;
DISFRUTEMOS DEL ESTRÉS DE LA NAVIDAD
!!!
L.
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