viernes, 18 de abril de 2014

Un paseo por mis últimas inspiraciones





Hace días que abro la página del blog con intención de escribir, pero no lo consigo. Últimamente he estado usando mi inspiración para algo más cotidiano como es el día a día. La he empleado de otro modo. 

De todas maneras, aprovecharé para compartir algunas cosas que últimamente me han llenado.





Un libro

La sonrisa etrusca









Una historia muy tierna sobre el aprendizaje de un abuelo con su nieto. Os lo recomiendo. 


Una canción

Plage- Crystal fighters




Simplemente porqué me gusta, y hoy me ha dado por escucharla. 






Una película

Por si alguien aún no la ha visto...

ocho apellidos vascos!!!!!!!!




No se si será por mis raíces, pero pasé un buen rato viéndola. 







Un lugar

La playa!!! con este solazo, ¡es lo que más me apetece en este momento! y si es con una guitarra mejor :)












Buena semana Santa!


L.












sábado, 5 de abril de 2014

Ser elefante

A L le gustan los elefantes. No estoy 100% segura de ello pero me aventuraría a afirmar que son su animal favorito. En todo caso, le gustan mucho; le encantan. Y creo que se por qué. 

Los elefantes son un mamífero de gran tamaño que habita en las selvas asiáticas y en la sabana africana. A L le encantan por su físico: está claro que son unos animales con un apariencia, como mínimo, inquietante. Tanto de pequeños como de adultos son monísimos, irresistibles. Por ello son protagonistas de varios cuentos. 





Su nariz es única y les sirve tanto para olfatear como para coger cosas, lavarse, refrescarse y también para jugar. Además la usan para comunicarse con sus congéneres y con otros animales de su entorno (supongo). ¿Qué me decís de sus orejas? Por de pronto se presentan descomunales pero es que también tienen más de una función en tanto que son su órgano auditivo pero sobre todo un poderoso artefacto de protección. Los elefantes las usan para protegerse, moviéndolas a modo de alas con el objetivo de mostrar su enfado y acobardar a sus enemigos. ¡Quién tuviera un escudo natural!, ¿verdad?




Creo que lo que le pasa a L es que admira la presencia imponente que tienen y por su puesto también el mucho partido que sacan de su cuerpo. No sólo andan, corren y comen como nosotros sino que su propio físico, el que les proporciona la naturaleza, les provee de protección y fuerza. L colecciona elefantitos y los guarda en la estantería que tiene encima de su cama, supongo que para inspirarse y recordarse cada día que está en una misma conseguir ser un poco más elefante.



Al margen de su extraordinario aspecto, los elefantes se relacionan con la sabiduría, el temple y la nobleza. En varias culturas son venerados. Parecen un buen espejo en el que mirarse. Los conceptos que sugieren son, sin duda, un punto de partida para la ambición positiva que nos lleva a mejorar y a querer crecer, cambiar y aprender. Eso me lleva a recordar que a los elefantes son muy longevos. De hecho, ahora que lo pienso, debe ser esa la razón de que les atribuyamos tan preciadas cualidades: sin una vida larga parece complicado llegar a ser noble y sabio. Así que vuelvo a repetirlo: está en una misma ser un poco más elefante.





En fin, siempre he pensado que L es en realidad un pequeño elefante con ganas de descubrir su escudo natural y sobre todo de llegar a ser la mejor versión de ella misma: llena de vitalidad y mucho temple. Una L muy tranquila por haber maximizado las oportunidades que la vida le haya ofrecido. A los 22, está trabajando más que nunca en todo esto y admiro su fuerza de voluntad, la flexibilidad con la que ha esquivado lo que le ha llegado y las ganas que tiene de saber que eres completa y estás en paz contigo misma. 





Porque al final con quien tenemos que convivir es con nosotros mismos así que más nos vale conseguirlo. Y si los elefantes te estimulan, sigue acumulándolos. 




Hasta pronto, 

X.