viernes, 27 de diciembre de 2013

"A veces la tradición supera mis ideales"

No creo en la lotería ni en los sorteos. Es más, estoy en contra. De todas maneras, juego. Saben hacerlo bien, saben como anunciarse, casi siempre sabes la títpica historia de que al vecino del vecino le tocó, que al primo de la tía de Pepito también... pero nunca eres tu. Aunque debo decir que algún que otro euromillón durante el año, es tentador. Y ahora en Navidad, aun más. De hecho, el sorteo de Navidad de la lotería que tengo, no se ha sorteado aun. Me he hecho ya castillos en el aire. Se como repartiré el dinero entre mi familia, lo que destinaré a obras benéficas, lo que invertiré en viajar y lo que ahorraré... He pensado todo esto aunque sepa que lo más probable es que no me toque ni el reintegro. Y esta frase la puedo afirmar que ya he aprobado estadística. Pero siempre queda el.... y si...!! ¿Y..si me toca? Claro, porqué si nunca juego, es seguro que no me tocará.

A todo esto os quería hablar de una de las tradiciones más divertidas del pueblo donde vivo. Jugamos al "QUINTO", es un bingo. Es una tradición catalana que en muchas comarcas se ha ido retomando y se practica los días de navidad. Cuando le conté a un amigo inglés me dijo que el Bingo era de abuelos y no sé cortó un pelo en reirse. No sabe lo que se pierde. 

El "lloro" canta los números, pero cada número tiene un código, entre que lo descifras y pones la "guixa" (que son un tipo de garbanzos) en el tablero ya te has perdido el siguiente número. Tus amigos te lian y te dicen que cuando se canta "rosa d'abril" es el 23... tu no lo entiendes, porqué sabes que el 23 es Sant Jordi. Pero te lo crees...por Sant Jordi se regalan Rosas y es abril... No te acuerdas si Carrero Blanco murió en el 73 o el 74. Cuando alquien "pica quinto" te enfadas porqué a ti solo te quedaba un número para acabar. Acribillas de "guixas" al que a ganado. Pero hasta que no se comprueba, no es ganador. Y mientras, ya has desmontado tu tablero y ya no sabes qué números se habian dicho. Y resulta que no es válida y se sigue la partida. Pero ya no tienes las guixas en su sitio. Qué rabia, esta podría haber sido la mía. 
Total, que una tras otra, sin parar, te quedas al límite de ganar siempre. ¡Ahí está la trampa! 

Sabiendo la trampa, y siguiendo mis ideales, el dinero fácil no es bueno y no me gusta. Pero también digo que, las tradiciones no se pueden perder y que "una vez al año no hace daño". 

Así que, mañana más!!!




L.

No hay comentarios:

Publicar un comentario