Me encantan los días ajetreados. Hablo de esos días en los que una no para. En los que una va de arriba para abajo y de aquí para allá. Desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la noche. Algunos pensaréis: ¡qué estrés! Pues igual si, pero a mi me gustan.
Digo que me gustan porque mi cerebro no para de trabajar y me vuelvo sorprendentemente eficiente. Eso si, cuando llego a casa, me paro de golpe. Noto cosquilleo en todas las piernas, como cuando vuelvo de esquiar. Es entonces cuando aprovecho repasar todo lo que he sido capaz de hacer durante el dí; es entonces cuando me tomo un buen rato para pensar.
Por si también tenéis días de estos y os apasiona tanto como a mí llegar a casa y descansar en profundidad, os recomiendo lo siguiente:
1. Darse un baño: darme un baño es un pequeño lujo que reservo para días especiales. A mi me gusta el agua muy caliente, que cueste meterse. Si puedo, me pongo música y velas, que me hacen compañía.
2. Empezar ese libro que hace tiempo que querías empezar. Siempre existe un libro que alguien te ha recomendado o que llevas tiempo viendo en casa, o simplemente un libro que hace tiempo te compraste pero nunca viste el momento de empezar.
2 bis. Siempre puedes mezclar las recomendaciones 1 y 2 para una noche de lo más agradable. ¿A quién no le gusta leer en la bañera? Por favor, ¡qué pregunta!
3. Ponerse pijama limpio (y planchado, si puede ser) y mirar una serie entre mantas. Creo que no requiere mucha explicación. No hay nada mejor que ver una serie, estando muy cansada, con un pijama recién planchado y la compañía de tu manta preferida.
4. Contactar con un amigo que está en el extranjero y hacer una larga sesión de Skype. Si es posible, me gusta hacerlo desde la cama, con las gafas puestas y el pelo recogido en un moño. Lo más importante de todo es compartir un té o café a distancia. Lo digo porque así me siento más cerca de ese amigo que hace tiempo que no veo, y a la vez, hago que él o ella se sienta un poco más en casa.
5. Hacer planes. Muchos planes. Los que más te apasionen y los que más te apetezcan. Después de un día de no parar, uno se siente capaz de todo.
Aprovecho para felicitar a todas las Ch(X)antals que nos lean, que hoy es su santo.
X.
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