lunes, 25 de noviembre de 2013

Un romance, el edredón y yo

Supongo que a todos os ha pasado... o quiero pensarlo. Mi forma de consolación. Amenudo cuando me  despierto me creo que la única cosa en mi vida es el edredón. La familia, los amigos, el novio... pasan a segundo plano. Y es que, el edredón me da todo lo que quiero, me quiere, me arropa y me da comfort. Cuando suena el despertador, parece que el amor con el edredón se intensifica... nos unimos en contra del enemigo más temido. La unión nos hace más fuertes. O eso creemos.


Al ignorar el temido despertador, se ocasiona amenudo la siguiente situación: mi padre, madre, hermanos o novio se acechan a mi rescate. Y esque el amor es ciego.

Si me despierta mi padre. 
Unos toques en la puerta, L son las 8, levanta. Y así repetidas veces. Es molesto. Creo que hasta al edredon le molesta porque parece que se despega de mi con más facilidad.

Si me despierta mi madre.
L reina son las 8, levanta. Se sienta, me da un beso. Como es demasiado cariñosa... ni caso.

Si me despierta mi hermano.
L son las 8, y me levanta la persiana!!!! No sabe que al edredon no le molesta la luz, y como es protector, me arropa con más fuerza.

Si me despierta mi novio.
Me arranca el edredón, y es que el pobre es fácil de convencer. Se crea un triangulo amoroso. Yo quiero el edredón, el bobo del edredón se deja convencer por mi novio y mi novio me quiere a mi! Es terrible.

Si me despierta mi hermana.
Salta encima nuestro (el edredón y yo, ya he dicho que vamos en pack por la mañana) en modo tigre y me pone la siguiente canción.



Y es que, que mejor que la música. En unos instantes me veo saltando y bailando encima de la cama.




Que cosa, esto de la música...





L.




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