domingo, 2 de febrero de 2014

Te deseo unos felices 22 X

Para una amiga que adivina siempre cuando la necesito:

Teníamos seis años y nos encontramos cruzando la puerta de la que sería nuestra clase. Íbamos a ir juntas. Te recuerdo con el pelo castaño y liso como una tabla de planchar, tímida e igual de perdida que yo.
Nos encontrábamos en un cambio de periodo, ya dejábamos los parvulos. Me enteré más tarde que tu cambio fue más grande, venías de tierras madrileñas. Nuestras madres tuvieron vista, nos presentaron.
El primer día de colegio ya íbamos juntas. Me acuerdo que te enfadabas porque no conseguía recordar tu nombre. Ahora que me conoces, sabes que no es que fuera cosa de tu nombre, me pasa con todos... Una larga etapa por la primaria, 6 años ni más ni menos. Con profesores que nos encantaban y otros que no tanto. Entre uno que nos decía "tanca la porta per fora" y la otra que fumaba sin parar, no nos aburríamos de los cotilleos. Además teníamos muy claro que.. "el B tot ho fa molt bé" y nos encantaba meternos con los del A. No nos mezclábamos ni locos! Juntas aprendimos las tablas de multiplicar, los rios de España, las comarcas de Catalunya, la gramática inglesa y muchas cosas más. Además empezó la experiencia de la coral. Donde hicimos grandes amigas y compartimos enormes experiencias. Viajes por todo el mundo, concursos, cantadas por la calle, bailes. Una etapa impresionante. Sin darnos cuenta ya estábamos en la ESO, tu te quedaste en el B, yo me fuí al A, desde ese momento entendí que, no solo "el B tot ho fa bé" sinó que "el A guanyarà". Aunque debo decir que tu te empeñaste en seguir pensando que el B era mejor. Que le vamos a hacer, si una es tozuda, es tozuda (con cariño). Bueno y entre tozudeces, seguíamos compartiendo largas horas de patio, con monitores de comedor más o menos enrollados "KIMI", seguimos pasándonos una hora al teléfono cada tarde contándonos no sé qué. Tu me explicabas catalán y yo te explicaba mates, era como nuestro pequeño trato, aunque nunca lo llegamos a mencionar como tal.
Y a todo esto, la coral, siempre estaba ahí. todos los sábados por la mañana, entre salve regina y kasar haciéndonos señales o hablando de punta a punta de la sala. Tu terceras y yo primeras. Eso si, siempre polos opuestos. También obviamente nuestros respectivos piques de que era mejor. El desayuno de filipinos blancos o el día que decidimos ser sanas y comer manzana. Y de la coral... tenemos anécdotas para aburrirnos.
Sin darnos cuenta, la etapa que parecía eterna, se acababa, íbamos a hacer bachillerato, tu te fuiste a un colegio y yo a otro. Una etapa curiosa. Intentaba venir por vuestro colegio siempre que podía a saludaros, teníamos mucho que estudiar, estábamos nerviosas, nos empezamos a hacer mayores de verdad. Empezamos a sufrir por las notas, no nos iba a llegar para la carrera que queríamos. Fue un poco agobiante. Pero ambas lo conseguimos, aunque sí es cierto que, tu acertaste mucho más que yo.
La etapa universitaria, ha sido y está siendo intensa. Hemos compartido muchas ilusiones y desilusiones. Amores y desamores. Risas y llantos. Cafés e infusiones. Paseos y cine. Salidas y estudio. Ganancias y también pérdidas.
Pero después de todo lo vivido, con lo que me quedo, es con nuestra amistad. Duradera, comprometida y desinteresada. Y es por esto y mucho más que aprovecho hoy, día 2 de Febrero, para decirte que me siento afortunada de tenerte a mi lado.

PER MOLTS ANYS X!





L.



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