domingo, 17 de enero de 2016

Sobre lo que pretendo hacer con el año 2016

Los propósitos de año nuevo me dan bastante rabia. Seguramente es porque no soy muy buena cumpliéndolos y al final se convierten en un boomerang que me llega en tono burleta con un "¿Lo ves?, no lo conseguiste. Estaba claro.Ya sabías que estabas siendo demasiado optimista". Por eso, y porque creo que no me hago ningún favor poniéndome presión absurda mí misma (ya tengo suficiente con la que me ponen los demás,  con la que me regala la vida y con la que es inevitable de por sí), no suelo proponerme grandes metas cuando empieza un nuevo año. 

Lo que pasa es que, como supongo que todo el mundo, durante la Navidad y sobretodo durante los primeros días del mes de enero, pienso en lo que me gustaría hacer, visualizo todos los meses del año, repaso los planes que ya tengo fijados y busco motivaciones que me hagan pensar que sí, que este año también lo voy a petar. A mi favor tengo que el frío me anima y que las calçotadas y las esquiadas con amigos me encantan. 

Ahora que ya hemos inaugurado la segunda quincena del mes enero (wait, what? no me lo creo) y que acabo de volver de un fin de semana en la Costa Brava súper regenerador, divertido e íntimo, tengo claro que sería genial, maravilloso, tremendo, súper guay conseguir:

1. Dejar de decir palabrotas

Basta. En serio. Ya está bien de tanta tontería, que tenemos una edad. Creo que lo que menos me gusta de mí es que digo palabrotas. Es tan poco femenino, por Dios cómo lo odio. He de confesar que el año pasado (y seguramente el anterior) también me lo propuse y no lo conseguí, pero tengo un presentimento de que en 2016 abandonaré el mal vocabulario para siempre. 

Mi problema está en que las palabrotas me ayudan a dejar ir las malas vibraciones. Lo bueno que tienen es que son inofensivas (no os penséis que voy insultando al personal, es más un exceso en los verbos fuertes y los calificativos negativos cuando explico y narro anécdotas) y que me ayudan muchísimo a desfogarme. A parte las medio palabrotas como "mecachis" me suenan cursis y ridículas. O digo un buen taco, o me lo ahorro del todo. 



2. Hidratarme el cuerpo cada día

Con la cara no tengo problemas y sigo mis rituales a diario, sin excepción. Ni cuando vuelvo de fiesta me los salto. Lo sé, increíble pero cierto. Ahora, cuando pasamos al territorio cuerpo....mal, muy mal. El otro día estaba en pilates y me vi las piernas. Quedé petrificada en una postura que por poco me rompe por dos: parecía una serpiente. 

¿Hay algo más feo en una mujer? Seguramente no. Tiene muy fácil solución así que no hay excusas. 


3. Coger buena forma física

Lo bueno de trabajar con muchas chicas de tu edad y de tener un gimnasio a, literalmente, un minuto andando del despacho es que consigues hacer ejercicio acompañada al menos dos veces a la semana (y, si realmente quieres, tres).

Mi objetivo es estar mucho más saludable, fuerte y con energía positiva. Por ello querría continuar yendo al gimnasio al menos dos veces entre la semana e ir a yoga los domingos por la mañana (esta última es como un chiste buenísimo). Escrito queda. Ya os informaré.


4. Viajar por Europa

Me faltan muchas capitales. Quiero conocer mejor Italia. Benditos fines de semana.


5. Seguir poniendo el modo avión cada noche

En 2015 adopté la costumbre de apagar los datos del móvil antes de irme a dormir. Y supongo que es un tema totalmente psicológico pero duermo más tranquila, mejor. Además estos últimos meses suelo reactivar internet cuando llego al trabajo, de modo que me paso un par de horas al día totalmente desconectada. Ojalá siga haciéndolo.


5 bis. Eliminar las dobles pantallas

Mucho más difícil que el punto anterior. Me encantaría dejar de mirar el móvil cuando miro una peli, o cuando estoy en el cine. Una sola cosa a la vez. Gracias.


6. Ser menos autoexigente y dura conmigo misma

No es la ocasión ni el lugar de ponerme súper profunda pero, si alguno de vosotros se encuentra en un momento de cambios importantes, de adaptación a nuevos proyectos y de crecimiento personal aceleradísimo igual me entenderá. 

Por nada del mundo quiero abandonar mi ambición (dejaría de ser yo) pero igual valdría la pena entender e interiorizar de una vez por todas que las cosas toman tiempo y que no todas las decisiones tienen consecuencias inmediatas. Que las respuestas irán llegando y todo irá cobrando sentido. Que lo que estamos haciendo ahora nos llevará quien acabaremos siendo. 

Pretender tenerlo todo claro, pretender no dudar, pretender sentirnos bien con nosotros mismos en todo momento y ser súper buenos amigos de nuestros amigos, contestar a todos los mensajes que nos llegan, estar siempre de buen humor, comer bien cada día, ser los mejores en nuestro trabajo, leer, enterarnos de todo lo que ocurre en el mundo,...igual no tiene sentido. No lo sé. 

Lo que sí sé es que, al menos yo, funcionaré mejor si consigo pedirme menos. Supongo que no dejaré de valer la pena. 


7. Usar más el plural

Hay amigas con las que te sientes súper identificada y comprendida. Hay amigas con las que hablas tanto que acabas viviendo tus historias y las suyas (como si fueran tuyas, quiero decir). Por ello, he adoptado el plural para sentenciar y llegar a conclusiones. Porque al fin y al cabo si me gusta a mí, a vosotras también. Si os gusta a vosotras, a mí también. Es un tema de apoyo mútuo. 

Para que luego digan que las chicas tenemos relaciones superficiales...No tienen ni idea.

Y - Es alto, lleva Lacostes viejos, me lleva a exposiciones y me hace reír. Me gusta mucho.

X- Oh, nos encanta. Sí sí, nos gusta, nos gusta. 

Estamos 100% de acuerdo con esta afirmación y es uno de nuestros mantras

8. Sonreír más

Hay gente que sonríe mucho. Yo no. Dicen (y estoy segura de que es verdad) que ayuda a positivizar y cambia el ánimo. A ver si lo consigo.


9. Usar más los paréntesis

Quien me conoce sabe que soy un tanto friki del lenguaje. Me encantan los paréntesis. Van de coña para introducir información que no es estrictamente necesaria (todos os sabéis la teoría pero vale la pena demostrarlo aquí) de modo que los uso un montón en whatsapp para darle un toque divertido a mis historias. Seguiré, por petición popular, haciéndolo.

Año 2016; año de paréntesis.


10. No obsesionarme con el exterior  

Vale la pena darse un momento para pensar en lo que es realmente importante. Malditas redes sociales. Maldito whatsapp. Maldita realidad que pasa volando por delante nuestro. 




En realidad, lo que realmente me encantaría conseguir durante este año 2016 es dejar que cada día venga, suceda y ocurra con todos sus minutos en lugar de empujar las semanas y los meses esperando que llegue algo que aún no sé ni lo que es ni qué forma tiene, ni cómo se siente.


Hasta pronto,

X.



4 comentarios:

  1. Propósito 1!! adoptado!! jajaja

    Propósito 4!! We have to think about it....

    Twin.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. propósito 1. me encanta saber que no estoy sola.
      propósito 4. sería ideal compartirlo.

      twin (y tal)

      Eliminar
  2. El otro día pensé que las capitales están sobrevaloradas. Para conocer un país no es suficiente con visitarlas, sin embargo, no tenemos ningún problema en afirmar que hemos estado en Francia, en Irlanda o en Inglaterra cuando en realidad hemos ido a Paris, Dublin y Londres. Te recomiendo ampliar tus viajes en Europa más allá de las capitales (aunque por algun sitio se debe empezar...). Sobre el paréntesis, he pensado en las palabras de Cortázar cuando habla de ''vivir a la manera de una palabra entre paréntesis, divorciada de lafrase principal de la que sin embargo es casi siempre sostén y explicación.'' Ánimo con tus propósitos, me gusta mucho tu blog!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias! Me alegro de que te guste el blog y espero seguir viéndote por aquí. Comentarios como los tuyos dan gusto de leer, la verdad.

      Por lo que respecta a las capitales; toda la razón. Sin embargo, para nada quería decir que conociendo capitales conoceré Europa: me apetece visitar ciertas ciudades que resulta que son capitales. Nunca me canso de viajar así que conocer rincones escondidos siempre me parece un buen plan.

      En relación con Cortázar, siempre acierta. A mí me hace pensar la de "hasta lo inesperado acaba en costumbre cuando se ha aprendido a soportar". Es curioso como normalizamos las cosas, ¿no?

      Hasta pronto,

      X.

      Eliminar