lunes, 1 de mayo de 2017

Sobre las cosas que tengo pendientes

Tengo la sensación de vivir envuelta (maybe enterrada) en listas de TO DOs. En el despacho, como a todos, se me acumulan sin darme cuenta y aunque soy ordenada y apunto mis tareas en mi Moleskine verde, no sé cómo lo hago pero siempre acabo teniendo un elenco de post-its por mi escritorio con notitas y cositas por hacer. 
Estos últimos diez días, que han sido de vacaciones y he tenido la suerte de irme a la otra punta del mundo, he vivido alejadísima de los TO DOs (me hurtaron el móvil de modo que a partir de un determinado punto hasta dejé de recibir e-mails). Sin embargo, durante las horas de coche o antes de irme a dormir, en el típico duermevela de los viajes, que supongo que por el cansancio y por el desconocimiento de la cama siempre se alarga, me empecé a agobiar al darme cuenta de que, en lo personal, también tengo mil cosas pendientes, abiertas, a medias o directamente sin empezar. 
Quiero leer las novelas que me quedan de Jane Austen y de Mercè Rodoreda. Quiero sí o sí o sí leerme estos tres libros:

Si no los habéis leído ya, no perdáis mucho tiempo. Cambian la perspectiva de las cosas.
Tengo que ir mucho más a menudo al teatro y a conciertos. También al cine. En concreto, tengo que comprar entradas para ir al Cruïlla  (hace meses que postpongo el appointment en outlook) y estar muy atenta por si José González y Maná vuelven a Barcelona.  
Como soy de tradiciones (creo que me vuelven un poco loca), tengo que organizar la escapada anual con mis hermanos. Espero que no me pidan que sea relacionada con el surf porque claramente (aún) no estoy suficientemene fit para seguirles el ritmo. De hecho, hablando de surf, tengo súper pendiente subirme de una vez por todas a una tabla y disfrutar de una manera distinta el mar.

Volver a Cali y recorrernos otra vez millas y millas de carreteras los tres juntos sería el plan perfecto.

Debería empezar a documentarme sobre las arañas: dónde viven, cuántas especies existen, qué tan peligrosas son...Todo ello para para intentar superar, de una vez por todas, la fobia que les tengo. Odio que una algo tan irracional me limite y me condicione así. Recomendaciones sobre libros/webs are more than welcome. Para empezar a auto-presionarme (que se me da súper bien), añado a mi lista: comprar los billetes de este verano y buscar quién me lleve a Borneo para que pasemos tres días enteros en la jungla – conviviendo con arañas. 

Pongamos una vela para que pueda embarcarme por tres días en una barquita que me lleve hasta los orangutanes.

Y como en parte soy también ultra mainstream, me queda pendiente tirarme en paracaídas e integrar, de forma consistente, el yoga en mi rutina diaria. Oh, sería maravilloso ser una de esas chicas que van con su esterilla al gimnasio.

Creo que lo que me frena es la paciencia y la disciplina que implica. 

Me encantaría volver a Nepal y hacer algún trekking que me ponga muy a prueba. Ojalá tuviera la voluntad de prepararme para subir al campo base de uno de los Annapurnas (y luego pasarme otra semanita recuperándome en el ambiente relajadísimo de Pokhara).
¿Empiezo a entrenar ya, no?

No me quiero ir de este mundo sin haber estado en Japón ni sin haber hecho un safari por África. Quiero conocer Islandia y Argentina, las Fiji, Australia y Bhutan. Tampoco quiero irme de este mundo sin haber viajado sola al menos una vez. También me gustaría aprender a tocar una canción de las que tocaba con el piano. Escogería una y la reaprendería. 

Sería increible tener el tiempo suficiente como para ir buscando los mejores cafés de cada ciudad.

Me haría mucha ilusión ahorrar suficiente dinero como para invertir en un buen bolso, o en unos zapatos o en cualquier cosa que me guste infinito.
Son ideales 

Tengo que empezar a decirte todas las cosas que siento y en el momento que me apetezca: que eres el más divertido y el más guapo, que quiero dormir contigo (como cada día) porque entonces descanso mucho mejor y que necesito que me des un abrazo tipo ya, ahora mismo. Que amplías mi universo. Y espero que no te vuelvas loco ni te asustes porque oh well, así. 

Y espero que no te vuelvas loco ni te asustes porque oh well, así soy.
Y luego, bueno, me quedaría casarme, tener hijos, comprarme una casa y un perro…pero vaya, eso llegará solo (dicen). 
Total, que me fui de vacaciones para alejarme de los deberes y resulta que he vuelto con una lista importante de cosas pendientes. Lo peor de todo es que cualquier cosa irá antes que todo esto porque entre tanto TO DO profesional es difícil encontrar fuerzas y tiempo para dedicarnos a nosotros mismos.


¿Vosotros también vivís perseguidos por To DOs?

Hasta pronto,


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